Por las rapeadas y las botellas de whisky en la playa, por las sidras y el melón después de las olas, por las puestas de sol en las tablas, por las guerras y los abrazos, por las sesiones mañana y tarde vuelta y vuelta, por el sabor del chocolate, por el zulo, por su estilo, por la luz de las velas, por una mirada memorable, por las mejores vacaciones de mi vida.
Porque aunque se que no es posible no quiero olvidarlo nunca.
1 viaje,
6 amigos,
1 vida.