miércoles, 18 de agosto de 2010

Tus ojos son los ojos por los que mis ojos miran.


Ese sibilino, sucio momento en el que te deslizas por la almohada y me dices: "cariño, aún estoy mojada". Me recuerda a cuando me susurraste: "es algo entre la historia y yo, la dejaré nacer y luego que haga lo que quiera".
Y en ese mismo instante supe que ni me encontraría con un best-seller, ni habría firma de libros pero que sería un fiel lector de la mejor historia escrita nunca jamás.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Yo también estoy mojada...