Un descanso y un bollo de chorizo bien regado entre las faldas del Naranco. De tarde, una sesión de fotos a ese modelo llamado Picu Urriellu.
Y nada como dormirme pensando en este domingo perfecto mirando al horizonte desde el Cabo Peñas.
Y el casero soy yo por no salir ayer por la noche.
PD: Ni he ido a Lastres, ni a Xagó, ni al Naranco, ni a Bulnes, ni al Cabo Peñas. Pero jamás os confesaría mis lugares perdidos.
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